que además hace referencia a Galapagar, localidad muy cercana a donde encontré el famoso túmulo funerario
Antes de ir a hacer las fotografías y otras pocas que me gustaría poner, introducimos el megalitismo. Esta página me gusta porque empieza con esta nota:
Nota: este documento no pretende ser un estudio científico, sino una simple ensoñación - pensada, meditada y estudiada - de cuanto conocemos de la prehistoria de este pueblo, basado en charlas de café, paseos, lecturas técnicas, investigación, charlas con profesionales y buenos ratos de amigos aficionados a la arqueología, a la historia, al conocimiento, y, sobre todo, curiosos, despiertos y atentos a las señales que continuamente nos envía el universo.
1. Qué es el Megalitismo
El Megalitismo (del latín piedra-grande) es un fenómeno específico de toda Europa que se da sobre todo en las Islas Británicas, toda Francia y toda la Península Ibérica. Se caracteriza por el uso de grandes bloques de piedra escasamente trabajadas, apoyadas o hincadas en el suelo u otras rocas. Constituye el primer registro de Arquitectura permanente en Europa.
En el tiempo, va desde el final del Neolítico europeo hasta el inicio de la Edad del Bronce, incluyendo todo el Calcolítico (Edad del Cobre), aproximadamente del 4.000 AC al 1.500 AC.
2. Elementos megalíticos
La arquitectura megalítica tiene los siguientes elementos constructivos y tipos de construcción (de más simples a más elaborados):
En el tiempo, va desde el final del Neolítico europeo hasta el inicio de la Edad del Bronce, incluyendo todo el Calcolítico (Edad del Cobre), aproximadamente del 4.000 AC al 1.500 AC.
2. Elementos megalíticos
La arquitectura megalítica tiene los siguientes elementos constructivos y tipos de construcción (de más simples a más elaborados):
- Fosos: zanjas cavadas sobre el terreno, rectas o formando recinto circular, ovalado o rectangular.
- Cazoletas: Pequeños huecos circulares labrados en la superficie horizontal de rocas. Suelen medir desde unos pocos centímetros de diámetro hasta menos de un metro y van aisladas o en grupos.
- Túmulos: acumulaciones circulares de tierra o de rocas de tamaño pequeño, aproximadamente con talud natural. Pueden tener un cráter central. (En la imagen Aguas Tuertas, Huesca)
- Cairn (nombre escocés): Apilamiento de rocas levantado como memorial o marca territorial. Los hay con cámara sepulcral los correspondientes al Neolítico y sin ella los de la edad del Bronce.
- Círculo de Piedras: espacio limitado circularmente por piedras de tamaño más bien reducido, que pueden rodear a otras formaciones, llamándose entonces cerco tumular, o simplemente delimitar un espacio.
- Cista: Cofre o arca cuadrangular de losas construidas generalmente dentro de un hoyo pequeño (del orden de medio metro de lado y profundidad) con paredes verticales de piedra con losa horizontal de cierre y tapada por tierra. Se accede por arriba. En su interior los enterramientos son individuales y cronológicamente se da en la Edad del Bronce.
- Menhir (del bretón, piedra vertical): piedra aislada (monolito) hincada verticalmente en el suelo. Puede ser más o menos alargada, labrada con cierta forma, cilíndrica, aplanada, con o sin punta. Desde 1 a 19 metros de altura aproximadamente (1 a 260 toneladas).
- Alineación: conjunto de menhires en línea recta hincados a intervalos más o menos regulares. (En la imagen Carnac, Francia)
- Crónlech (Cromlech o Cromlec): recinto circular, ovalado o rectangular formado por menhires. Puede ser un recinto abierto, a modo de herradura.
- Trilito (del latín tres-piedras): dos menhires sustentando una piedra horizontal. (En la imagen Stonehenge).
- Plataformas: Grandes rocas naturales inicialmente redondeadas, posiblemente usadas en la fase de cantera para sacar grandes lajas usadas para otros monumentos del entorno y posteriormente desbastadas hasta tener aproximadamente forma cilíndrica o alargada de 3 a 8 metros de diámetro, de medio metro a más de dos metros de altura y con la cumbre horizontal con una o varias cubetas circulares grandes provistas de canales de alimentación y desagüe, labrados en la roca. Suelen tener labradas escaleras, asientos, cubetas y pilones.
- Anta: Estructura cuadrangular relativamente pequeña, a modo de cofre o arca de losas de piedra, de escasas dimensiones. Mayores que las cistas, están en superficie y se accede por un lateral.
- Dolmen (del bretón, mesa de piedra): cámara formada por un grupo de piedras planas clavadas verticalmente en el suelo (ortostatos) a modo de paredes, cubierta por una piedra horizontal. Puede estar enterrado bajo una colina artificial de tierra. Tienen gran variabilidad en tamaño y disposición, desde tres pequeños menhires rematados por una laja más o menos horizontal, hasta cámaras de veinte o más paredes verticales bien definidas y una o varias losas de cubierta. Pueden tener el acceso por el techo o por un lateral. El acceso puede ser una simple abertura en la pared o un corredor de paredes verticales con cubierta. Probablemente eran siempre sepulcros.
- Dolmen Galería: Cámara dolménica o corredor de paredes verticales con cubiertas.
- Caballeras: Grandes bloques de piedra aproximadamente esféricos, ovalados o alargados de varios metros de diámetro y de 3 a 300 toneladas que están apoyadas en una superficie muy pequeña sobre otra roca del suelo que suele tener alojamiento, rampa y surco de arrastre. A veces tienen otras rocas culminando la caballera, cuidadosamente calzadas para hacer contrapeso y equilibrar el conjunto. Algunas veces son bloques naturales toscamente elaborados. Aunque son aparentemente simples, las ponemos en el máximo rango de complicación por la técnica necesariamente desarrollada necesaria para mover 300 toneladas hace cinco mil años.
Es de notar que estas estructuras suelen aparecer combinadas, por ejemplo túmulos rodeados por fosos, dólmenes debajo de un túmulo, cistas funerarias en el centro de túmulos o dólmenes. También, muchas de estas estructuras aprovechan cualquier configuración geológica natural, por ejemplo farallones como pared de dolmen o piedras caballeras naturales para añadirles otros elementos constructivos.
Las regiones megalíticas se caracterizan por la disponibilidad abundante de grandes rocas, como son las regiones calizas, de pizarras, cuarcitas o graníticas
.4. Entorno prerromano de la Sierra del Guadarrama
Una vez analizadas diversas fuentes, resumimos la excelente información recogida en www.celtiberia.net y de J.M. Castellanos procedente de http://elmadridmedieval.jmcastellanos.com. Creemos que es preciso acercarse a este resumen por lo que puede servir para enmarcar el hallazgo de la región megalítica que nos ocupa.
Ambas están resumidas para concentrarnos en el entorno que nos ocupa.
PALEOLÍTICO INFERIOR (hasta 100.000 a.C.): clima templado y fauna estaría compuesta por elefantes, caballos, uros, rinocerontes, hipopótamos, ciervos y gamos. El medio físico era boscoso, en alternancia con extensas praderas. Se han conservado restos de cuevas y abrigos en la sierra norte de la comarca, como el yacimiento de Pinilla del Valle (con restos humanos fósiles datados entre los años 200.000 y 150.000 a.C.), y la Cueva del Reguerillo, único yacimiento con arte rupestre paleolítico de nuestra Comunidad.
PALEOLÍTICO MEDIO (100.000 - 50.000 a.C.): predominan especies como el mamut y el rinoceronte lanudo, bien adaptadas al frío y a la humedad escasa. Hay yacimientos en los valles del Manzanares y del Jarama, no en la Sierra de Guadarrama.
PALEOLÍTICO SUPERIOR (50.000 - 10.000 a.C.): Se han conservado productos laminares y útiles (raspadores, buriles, hojas). Parece que la población de toda la Meseta central disminuyó a partir del último Paleolítico, prolongándose esta escasa ocupación de la zona hasta las primeras comunidades agrícolas y ganaderas del Neolítico. Son los principales yacimientos El Sotillo, Las Delicias y la Cueva del Reguerillo (Patones).
NEOLÍTICO (5.000 - 2.500 a.C.): Los yacimientos neolíticos están ubicados en tas tierras bajas del curso inferior de los ríos Jarama y Manzanares. El Megalitismo identificado al final del Neolítico se localiza en el curso medio y alto del Jarama, cerca ya de los pasos de sierra del Sistema Central. Hasta ahora, parece que no hay en la Sierra de Guadarrama.
ENEOLITICO, CALCOLÍTICO O EDAD DEL COBRE (2.500 - 1.800 a.C.): La zona de la Sierra de Guadarrama parece que estuvo habitada desde el período Calcolítico si nos atenemos a los últimos estudios y hallazgos realizados en la zona. Antes de la última década tan sólo se había hallado una tumba megalítica en la zona, el dolmen de Entretérminos, cerca de Collado-Villalba, hallado en 1932. Pero este yacimiento se encontraba aislado, sin relación a ninguna otra tumba o asentamiento conocido, lo que llevo a realizar una nueva campaña en 1997, que dio lugar al hallazgo de una nueva tumba megalítica con una habitación circular en El Rincón, una finca de El Escorial, cerca de una enorme roca granítica interpretada como un símbolo mágico y cultural para los constructores de la tumba. Otros dos túmulos fueron hallados en el yacimiento de Zorreras I, también en El Escorial, así como en Cerca de las Hachas y el Tomillar, en Alpedrete.
Pero a pesar del hallazgo de estas tumbas seguía sin aparecer ningún asentamiento que se pudiera ligar a estos yacimientos. Finalmente se halló un campamento, pero de tipo estacional, en El Dehesón, también en El Escorial.
Para Jesús Jiménez Guijarro, estos hallazgos eran independientes de la cultura Neolítica, y muy diferentes de lo hallado hasta ahora en los yacimientos neolíticos de la Meseta.
Otro nuevo hallazgo pareció confirmar esta teoría. En Mataelpino se encontró un cromlech de 6,6 metros de diámetro con 8 piedras de 1 metro de altura. Se trata del primer hallazgo de este tipo en la Meseta que no presente ninguna duda sobre su autenticidad. El terreno adyacente es pobre en recursos, lo que ha dado lugar a la interpretación del monumento como un centro simbólico ligado al control del territorio. Por otro lado el monumento está perfectamente alineado con los solsticios de invierno y verano, lo que da mayor fuerza a este significado simbólico del yacimiento.
Los asentamientos hallados en la zona son extremadamente escasos, y se dividen en dos tipos, los asentamientos temporales como el antes mencionado de El Dehesón, en el que se hallaron herramientas de piedra y restos de cerámica a mano con decoración simple, y un asentamiento fortificado en lo alto de una colina hallado en El Jaralón, en Collado Mediano. Este yacimiento es el único conocido de este tipo en la zona. En el lugar se encontró una doble muralla de piedra y restos cerámicos de época calcolítica, relacionados con los hallazgos encontrados en otros asentamientos peninsulares como Millares, San Martín de Pedroso, Castillejos de Montefrío, Los Vientos de la Zarzita, Terrera Ventura o Castelo Velho, este último en Portugal.
Cerca de este yacimiento de El Jaralón, discurre la Cañada Real Segoviana, y se han hallado restos de una antigua mina de cobre. Actualmente este yacimiento continúa investigándose y se esperan nuevos hallazgos que ayuden a entender mejor el poblamiento de esta zona en épocas neolítica y calcolítica (VII-III milenio a.C.)
LA EDAD DEL BRONCE (1.800 - 800 a.C.): Los asentamientos de este periodo están fundamentalmente concentrados en las cuencas fluviales, si bien existe una excepción, el yacimiento de la Canteras de Zarzalejo, donde se han hallado algunos restos cerámicos, sin que se haya podido extraer más información del mismo.
Por tanto, poco es lo que se puede conocer de este periodo en la zona madrileña ante los pocos datos aportados por los yacimientos, que si bien son numerosos, su precario estado de conservación nos ha privado de un mayor volumen de información, lo que aún se hace más acusado en la zona que nos ocupa, al haber tan sólo un yacimiento.
LA EDAD DEL HIERRO: Pocos son los datos que tenemos para el estudio de la zona de la sierra de Guadarrama en el Edad del Hierro. No hay indicios de asentamientos permanentes en la zona, si bien algunos autores como Santiago Valiente Cánovas, han señalado la posibilidad de la existencia estaciones periódicas o puestos de control en los pasos de montaña tales como Guadarrama, Cotos, Navacerrada y, por supuesto la Fuenfría, donde el hecho de que discurriese siglos después la calzada romana hace pensar en este puerto como un paso de montaña ya utilizado desde época prerromana.
En la zona a pie de los montes, si aparecen ya algunos poblados en localizaciones estratégicas y con elementos defensivos, como el poblado celtibérico de San Martín de Valdeiglesias.
Aún así el desconocimiento de este periodo en la zona de Madrid es muy escaso aún. Su cronología no se puede retrasar más del siglo VI a.C., en los casos más extremos, si bien la mayoría de los restos corresponden a los siglo III y IV a.C., siendo los hábitats de montaña más modernos aún, en torno al siglo II a.C.
5. Rutas prehistóricas de Galapagar
La geografía humana de Galapagar, se estructura en torno a los caminos prehistóricos. Estos componen hoy en día la intrincada red de Cañadas que recorren la región.
Las Cañadas eran los caminos por los que se desplazaban los ganados de los pueblos prerromanos de España , aunque su institucionalización viene con Alfonso X y la creación del Consejo de la Mesta en el año 1273.
La red esta compuesta por una serie de vías denominadas según su anchura Cañadas Reales que tienen hasta 75 m de ancho (de las que hay 9), Cordeles, hasta 35 metros, Veredas, hasta 20 m y Coladas, que son vías de menor ancho entre varias fincas de un término. Además, la red de vías pecuarias se complementa con Abrevaderos, Descansaderos y Majadas, estas últimas para pernoctar. Esta red tiene unos 125.000 Km. de longitud, ocupa una extensión del 1% del territorio español y está regulada por la Ley 3/1995, de 23 de marzo. La Comunidad de Madrid es recorrida por gran número de vías pecuarias que totalizan 4.000 kilómetros de longitud y más de 13.000 hectáreas de superficie, estando reguladas por la Ley 8/1998, de 15 de junio, de Vías Pecuarias de la Comunidad de Madrid.
El propio centro urbano de Galapagar está sobre la confluencia de nada menos que tres importantes coladas, y el núcleo urbano de La Navata está en un descansadero junto al río.
En el croquis de Galapagar se identifican estos caminos.
6. Megalitismo en Galapagar
Además de los lugares que se identifican oficialmente en los informes a los que hemos tenido acceso, es un hecho que hay en el entorno otros lugares megalíticos bien conocidos, como por ejemplo la llamada Silla de Felipe II, en El Escorial.
Resulta altamente probable que los constructores megalíticos tengan asentamientos en la región. No solo serían pastores trashumantes, sino que es necesaria cierta estructura social para proceder a obras de esta envergadura (como veremos, algunos elementos constructivos pueden pesar más de 200 toneladas). Parece un indicio razonable que estos pobladores tuvieran sus asentamientos en todo alto collado identificado en el mapa, similar al de Zorreras antes mencionado y bien estudiado. Estos collados están dentro de fincas particulares y otros han sido usados para emplazar depósitos de agua en el siglo pasado, por lo que aún hoy resulta difícil tener acceso a los mismos y quizás va más rápida la urbanización de la Sierra que la cultura.
Se tiende a considerar que todos estos monumentos megalíticos son lugares de culto, ignorando que ciencia y religión han ido siempre de la mano: un paso más allá de la ciencia, donde esta perdía pie, tomaba posesión la religión (entendida también como magia). Lo que ahora interpretamos como lugar de culto, - entendemos que por el sustrato ideológico judeocristiano de nuestra cultura - bien pudieron ser construcciones científicas (de su época) necesarias para conocer y medir el tiempo, conocer el momento de las cosechas, planificar la vida y anticiparse a la naturaleza. La Astronomía fue durante mucho tiempo Astrología hasta que la ciencia convirtió a esta en una superchería mágica. Sería injusto tratar hoy de brujos ignorantes y sacerdotes de extraños cultos a los científicos que, en su época, conocían y usaban los movimientos de los astros.
Sería injusto llamar “lugar de culto” lo que ya entonces era un complejo científico. Hay criterios históricos para identificar esos lugares de origen prerromano. La memoria de los pueblos trasciende los usos y costumbres. A través de la toponimia, como los apellidos Castro, los lugares denominados Castillejo o cueva del Moro, o rocas con nombre propio (Canto del Peso, Canto del Pico, El Guijo) suelen identificar lugares muy antiguos, incluso para quienes les dieron esos nombres. La geografía humana se ha articulado en torno a las cañadas, ríos y collados.
Casi cualquier lugar de culto cristiano se puede considerar que, en entornos rurales, está afincado exactamente sobre un lugar de culto prerromano, como pueden ser la ermita de San Antonio de La Navata o la de la Asunción, sobre La Cañada Real Segoviana, junto a El Guijo, o los cruceros que se emplazan sobre grandes piedras caballeras.
Siguiendo estos criterios, hemos recorrido la región y localizado una amplísima muestra de elementos megalíticos. Estos elementos son de la propia roca de la región, granito, muchas veces son elementos naturales retocados, otras veces son simplemente trasladados, a veces, elaborados conjuntos perfectamente identificables. Y todo ellos ocupando una enorme extensión de varios kilómetros cuadrados, como en otros grandes conjuntos megalíticos reconocidos internacionalmente en Stonehenge o la Extremadura de los dólmenes.
Desafortunadamente estas agrupaciones de construcciones megalíticas se ven bruscamente interrumpidas por alguna urbanización que ha arrasado con los vestigios de nuestros antepasados.
7. Elementos y Conjuntos Megalíticos en Galapagar
Los elementos identificados están en el municipio de Galapagar, pero tienen una absoluta continuidad con los municipios colindantes, localizándose de acuerdo a los criterios de collados, cañadas y ríos que ya hemos indicado anteriormente.
Muchos de los elementos aquí identificados están formando conjuntos con otros, como marcadores de grandes extensiones y definiendo claras alineaciones con el solsticio de invierno. Estos conjuntos están localizados en encrucijadas de caminos, ríos, collados y laderas del propio mapa, y su distribución por tipologías parecen responder a una cierta lógica sobre toda la extensión de la región, lo cual se ha estudiado en mapas más detallados que los que pueden tener cabida en este resumen.
Listamos los siguientes:
8. Menhires
Miden entre 1 metro y 3 de altura sobre el suelo. Hay varias docenas por todo el municipio.
Parecen sacadas como lascas gigantescas de los bloques usados como cantera que, a veces, están junto al propio emplazamiento y acaban como plataformas.
Un menhir está en pleno proceso de elaboración, inclinado sobre otra roca y con una cuña pequeña de cuarzo blanco para que sea accesible el trabajo por sus dos caras.
9. Caballeras
El Canto del Peso, con un contrapeso cuidadosamente posicionado por medio de cuñas de piedra. Es aproximadamente una esfera de granito de cinco metros de diámetro, lo que suponen 210 toneladas de peso. Hay también varias docenas menores por todo el municipio. Pueden tener de uno a tres metros de diámetro, es decir, de dos a 50 toneladas aproximadamente.
Algunas tienen inscripciones en cruz, la letra “PI” o líneas y surcos verticales. Otras están directamente montadas sobre plataformas que conservan el surco de arrastre y carecen por completo de los efectos de la meteorización de las caballeras naturales.
10. Plataformas
Varias, en varios lugares, con cazoletas y piletas en su cima plana, con desagües, y escaleras aún bien visibles. Algunos rebajes en la roca pueden ser asientos. Tienen grabados e inscripciones diversas, algunas tienen resto de pinturas rojas.
Sus alturas pueden ser hasta unos tres metros de altura sobre el suelo. Por la distribución de las localizadas puede haber una docena quizás en el municipio.
11. Figuras
12. Trilitos
13. Túmulos
14. Complejo científico - solar
Apuntando directamente al solsticio de invierno, como se comprobó en espectacular amanecer el último 24 de diciembre. El conjunto lo componen seis grandes bloques tallados en diferente forma, uno de ellos caído, y que están montados proporcionando esa especial alineación por su ranura central y que, sentados en una roca a unos tres metros que parece un asiento asociado al grupo, permite ver ascender al sol por la ranura durante un proceso de varios minutos hasta culminar.
16. Futuro arqueológico de Galapagar
Los elementos identificados son una breve muestra de los centenares de estructuras localizadas.
Muchas agrupaciones se dan en campos de varias hectáreas que están sobrepasadas por los lindes de urbanizaciones que, a todas luces, han arrasado con muchos otros dólmenes, menhires y plataformas. Particularmente interesante es el entorno de la propia ermita de San Antonio de la Navata que está de lleno en la línea de muchos de los elementos aquí descritos, además de estar sobre una colada y que por la relevancia de la construcción de dicha ermita, es un indicio muy probable de estar erigida sobre algún elemento que debió ser central para los constructores megalíticos.
Desgraciadamente todo el entorno de la ermita acaba de ser arrasado. Los constructores megalíticos quizás fueran ancestros de los que hoy devoran la Sierra del Guadarrama con furor constructivo. Quizás lleven el granito en los genes y sea su más profunda seña de identidad y la altura y medida de su sensibilidad.
Para quien haya tenido la paciencia de leerlo todo, próximamente algunas fotografías de estos elementos, encontrados por el Panchun
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