Historia. Parte 7. El Indiana Jones gordo y con barba

Hoy toca una historieta graciosa. Resulta que la semana pasada, un día salí antes del trabajo y se me ocurrió visitar un nido de ametralladora de la guerra civil que había localizado mi cuñado de niño, escavado en roca y con varias entradas, donde además cogía algún murciélago.
Anteriormente había intentado localizarzo visualmente, pero no logré hacerlo. Ahora tenía más datos: la posición aproximada mediante el google earth y que era una piedra grande por delante, pero excavada por detrás. Con esos datos, llegué a la zona, aparqué el coche en una pared donde ponía: zona vigilada con cámaras, alarma y no se qué, cogí una linterna del coche por si acaso y embutido en mis vaqueros y chaqueta roja y mi barba de una semana me dispuse a entrar en la finca para localizarlo. Acompañado de mi teléfono con gps y mi google earth para localizar la piedra "sospechosa" claro.
Pero al saltar la pared, oigo perros ladrando, aparte de ver toda la finca llena de pisadas de vacas y caballos, pero para el cutreIndiana Jones no hay nada que se ponga por delante, se busca un palo bien gordito por si los perros que se oyen alejados se arriman y a buscar la "cueva". Una piedra, nada, otra, nada, así como 10. Raro, no lo encuentro. Quizás más alejado de la carretera, pero según avanzo oigo un ruido de máquina y al acercarme veo a un "paisano" con una motosierra y un coche al ladito cortando troncos. Esto lo he visto en una película ya antes, pero no pasa nada, como voy de camuflaje no me ve. Ah no, que voy de rojo chillón. Bueno, pues me pongo en modo "campechano on" y si me dice algo me hago el despistado.
Busco más cerca a un picadero hípico, desde donde también me podían localizar, pero nada. Así que voy hacia unas casas, quizás del propietario de la finca desde donde me arriesgo a una reprimenda y allí veo unas piedras con buena pinta, pero al acercarme las veo llenas de escombro, de restos de piedras tipo vertedero, quizás está tapado. Mi ilusión de encontrarlo se esfuma.
Decido volver a la entrada (bueno a donde me salté la valla) y retirarme con el sol hacia casa (visitando antes todas las piedras grandotas por las que paso por si hay suerte). Allí me ataca una piedra, bueno más bien la ataco yo y me deja marcada la espinilla con un buen golpe, con su herida y todo. Al coche y a la vuelta veo algún coche de la policía local, ¿alguna llamada de algún propietario de alguna finca por algún intruso? Ni idea, yo ya estoy camino de casa jejejejeje
Así que o vuelvo con mi cuñado a buscarla o la doy por enterrada y perdida para siempre. Todo esto me recuerda tristemente al post anterior que terminaba con: "Desgraciadamente todo el entorno de la ermita acaba de ser arrasado. Los constructores megalíticos quizás fueran ancestros de los que hoy devoran la Sierra del Guadarrama con furor constructivo. Quizás lleven el granito en los genes y sea su más profunda seña de identidad y la altura y medida de su sensibilidad."