Los he cogido en la zona de Toledo, en la sierra noroeste de Madrid y sobre todo en el Valle del Tiétar, pero no son todos iguales, incluso he visto algunas variedades que no he cogido, en concreto los que se denominan, al menos por la zona del valle del Tiétar como espárrragos de zarzaparilla.
Lo mejor, ir a cogerlos con compañía, mientras se disfruta del "campo", en mi caso acompañado de mi padre desde mi infancia.
Pero una vez encontrada una buena página que tiene fotografías y estupendas descripciones (http://montearribaabajo.blogspot.com.es/2010/04/primavera-tiempo-para-los-esparragos.html) paso a comentaros algunas variedades, extrayendo algunos párrafos de la anterior url.
En este primer post acerca de los espárragos, os pongo el que, a mi juicio, es el mejor de los que conozco y que se conoce además en Alpedrete como "Lupio".
Nombre científico: Tamus communis L.
Nueza negra, canduerca, uva negra, espárrago de rabia, espárrago de caña, esparraguilla.
El espárrago de esta planta es denominado en Candeleda como "espárrago de rabia" al ser algo amargo y es precisamente por ese amargor por lo es más apreciado. Los brotes tiernos se pueden comer pero los frutos y la raíz son venenosos.
Usos:
El más conocido es la recolección de sus brotes jóvenes para comerlos en tortilla (o cocidos con patatas), cuyo sabor ligeramente amargo es muy atractivo al paladar.
El tubérculo de la esparraguilla llega a alcanzar dimensiones extraordinarias, pudiendo pesar más de 10 kg.; sus extractos se han utilizado en la medicina tradicional española por sus virtudes para combatir inflamaciones, ya sean de tipo nervioso o muscular, o como resultado de contusiones.
Las hojas, maceradas en vino, se usaban en la Edad Media en forma de emplastos, sobre las heridas inflamadas. Algunas partes de la planta se han utilizado también como purgantes; esta última propiedad, junto a la concentración de algunos tóxicos, es la que desaconseja el utilizar del tubérculo como comestible.
El más conocido es la recolección de sus brotes jóvenes para comerlos en tortilla (o cocidos con patatas), cuyo sabor ligeramente amargo es muy atractivo al paladar.
El tubérculo de la esparraguilla llega a alcanzar dimensiones extraordinarias, pudiendo pesar más de 10 kg.; sus extractos se han utilizado en la medicina tradicional española por sus virtudes para combatir inflamaciones, ya sean de tipo nervioso o muscular, o como resultado de contusiones.
Las hojas, maceradas en vino, se usaban en la Edad Media en forma de emplastos, sobre las heridas inflamadas. Algunas partes de la planta se han utilizado también como purgantes; esta última propiedad, junto a la concentración de algunos tóxicos, es la que desaconseja el utilizar del tubérculo como comestible.
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