Hay que jo...erse vienen los fríos y empiezan a salir los níscalos. Así que hay que aprovecharlo aunque haya que ir abrigado, lo que significa que cuando se empiecen a subir las empinadas laderas de los montes cercanos a casa, te vas a empapar por el sudor que los impermeables no dejan eliminar.
El jueves pasado cogí los primeros níscalos, el viernes bajo un aguacero intermitente y un fuerte viento constante cogí una "cagarria" que tenía controlada, unas pocas de pie azul (lepistas nudas) y descubrí un gran "rodal" de unas, que aunque no son comestibles, eran gigantes y me ha permitido conocerlas: la Russula delica. El sábado otra vuelta para encontar algunos níscalos, algún suillu pasado, incluso algunos agusanados (al final tiré todos) y alguna de pie azul e incluso salí con los niños un ratito por la tarde.
Todo ello me hacía dudar el domingo si ir a pescar a un pueblo de Toledo o quedar con mi compañero Álvaro para salir a setas. Al final hice esto último y pudimos llenar cada uno una cesta de setas de pie azul para dar casi por concluida la temporada setera (no descarto echar un ojo de vez en cuando a los níscalos en una zona cercana a casa si deja de helar). Temporada rara y muy tardía por la falta de lluvia en el principio del otoño y salvada sólo por las de pie azul que han salido en cantidad. Prometo haceros un post dedicadas a estas setas azules
El 31 de diciembre los últimos níscalos y esta ya sí que es la última. Guardaré la cesta para evitarme tentaciones...
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